El desbridamiento consiste en la eliminación del tejido desvitalizado del lecho de la herida a fin de disminuir el riesgo de infección, el dolor, olor y complicaciones de una herida aguda o crónica.

Para realizar cualquier método de desbridamiento, se deberá realizar una evaluación integral del paciente no sólo de su patología local. Es importante evaluar las ventajas y desventajas de cada método como así también los beneficios o complicaciones que la elección de los mismos le acarrean al paciente. Existen aspectos importantes que se deben tener en cuenta a la hora de realizar el desbridamiento, como el referido al dolor, la vascularización de la zona a tratar o la eficiencia.

Los métodos más comúnmente utilizados son: